lunes, 22 de octubre de 2007

Mixed bag

Es lunes, estoy cansado, lo último que quiero hacer es trabajar. Pero toca.

Hay miles de cosas de las cuales hablar, y el embotamiento dentro de mi cabeza me impide establecer algún tipo de orden, de prioridad, de lógica. Así que vamos con el stream of consciousness más joyciano que se pueda y a ver hasta donde aguantamos.

El censo. Luego de un par de semanas de polémica por la improvisada decisión del gobierno peruano de realizar un censo nacional, con el agravante de establecer la completa inamovilidad de las personas durante su desarrollo, por fin se acabó la agonía y nos convertimos en cifras dentro de alguna hoja de cálculo. Queda la sensación de desorganización total con la que se ha manejado este evento, muy clara en una serie de elementos probatorios.
  1. El cuestionario era un desastre. Anticonstitucional (al preguntar por la religión del entrevistado), retrógrado (hay alguien más en el mundo que hable en términos de jefe de familia y compañera?), desordenado (en el listado de lenguas maternas, el mayoritario castellano era el número 6 o 7 de la lista, incluso detrás de idioma extranjero...), indiscreto (para qué necesitaba los nombres de los interrogados?), absurdamente tecnicista (dudo que todos sepan como se conecta su red de agua potable a las líneas públicas).
  2. La falta de información (o de frente, desinformación) al público fue crítica. Primero dicen que quien no respete el orden de quedarse en casa será detenido por la policía y pagará una multa, luego que sólo se lo invitará a volver pero pagará la multa, luego ninguna de las dos pero tiene que responder todas las preguntas o le podría caer otra multa, luego no es obligatorio contestar todas. Al final desde mi ventana no vi el desierto absoluto que se solicitó ni que los medios quisieron pintar: autos en la calle, niños jugando en la vereda, gente corriendo en el parque. La policía? M.I.A.
  3. Siguiendo en el mismo tema, hace unos 10 días un amigo me mandó por mail la cédula completa, para poder ir pensando las respuestas con amplia anticipación. El efecto fue devastadoramente positivo: el pobre cadete de la Fuerza Aérea que vino a censarme se demoró menos de 5 minutos en llenar las cédulas, contra la media hora que le llevaba en promedio. Me agradeció de todo corazón por haberle facilitado el trabajo y se preguntaba por qué a nadie en el Gobierno se le ocurrió divulgar con anticipación esas hojas. Exactamente. Apenas tenían listo el balotario, podrían haberlo a) colgado en internet, b) publicado en todos los periódicos, c) distribuido en los colegios, iglesias, estadios, d) miles de otras ideas válidas. De repente en lugar de tenernos encerrados 10 horas, hubiera bastado con 5 o 6.
  4. El caos de los censadores fue otra debacle de aquellas. Faltando una semana, el Gobierno tenía sólo al 30%. Dos días antes, estaba en el 70%. Reclutó menores de edad y los mandó a la guerra debidamente capacitados, con varios (?) de por medio. Para entendernos, una chica por poco fue violada por dos encuestados, algo que más bien me sorprende que no haya sido más comun durante el día de ayer. Encima, a varios no les pagaron lo que prometieron darles, que para colmo era el equivalente del almuerzo que tuvieron que saltarse para cumplir su misión cívica (?). Con cosas así, quiero ver como consiguen censadores para la próxima vez.
  5. Y lo que se viene: a diferencia de censos anteriores, la información no será recopilada por sensores ópticos, sino que tendrá que ser digitada a mano. No bastaba con tener un cuestionable y cuestionado cuestionario, unos censadores que entendían las preguntas cada quién a su manera, había que aumentar drásticamente el margen de error al hacer que alguien teclee las respuestas de los millones de censados. Claro, con razón anuncian que los resultados serán en 9 meses! Es el embarazo más complicado que podía conseguirse el Gobierno...
El jefe, de viaje. No quisiera sonar ingrato ni maleducado, pero recuerdo con gusto una frase de Browning, citada luego en Neon Genesis Evangelion, que me parece muy adecuada a la situación: God's in his heaven, all's right with the world.

A correr se ha dicho. Al fin me decidí y me voy a inscribir a la Nike 10k, dentro de 20 días. Hace unos diez días retomé el sano hábito de correr en las mañanas, del que hablaba hace unos meses en plena euforia footinguera, y sorprendentemente no tuve mayores problemas en cumplir los 10 mil metros. Luego de una semana de parón debido a la ya clásica faringitis de cambio de estación, hoy he reiniciado la actividad y no sólo logré cumplir la distancia planteada, sino que logré mi mejor registro de siempre (tampoco es decir mucho, pero en fin) sobre la misma. Asumo que con 3 semanas de entrenamiento adicionales sólo podré mejorar mi estado físico y por lo tanto también mi desempeño. El único problema es que luego de ingresar todos mis datos para inscribirme por internet y colocar la información de la tarjeta de crédito, la página web de la inscripción se colgó. Estaré inscrito? Más tarde iré personalmente a verificar. Sería el colmo que hayan cerrado las vacantes en ese momento: por una vez que me animo...

Dolor de cabeza. Algo que tengo que trabajar en esto de correr es el no terminar tan muerto. Claro, despertarse a las 4:30 am y correr 10 km para luego venir a trabajar puede que no sea lo ideal para tener el cerebro y el cuerpo descansados; pero ahora mismo creo que un analgésico sería muy bienvenido.

Bolsas en caída. Para cerrar todo de forma circular, de una bolsa a la otra. Luego de 7 días consecutivos a la alza (+5.4% acumulado), van 5 en picada (-5.2% hasta esta hora). Ni había terminado de festejar el haber vuelto a tener ganancias, luego de meses de subibaja, para ver como de la noche a la mañana nuevamente me encuentro en rojo. Genial.


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Y los incautos a la fecha son...